La Pregunta Acerca del Plástico

Tomar La Decisión Correcta Es Más Difícil De Lo Que Parece

Un Informe De Investigación Realizado Por: Dan Morrison, Periodista, Email

 

Bryony Drought se quedó helada en la sección de frutas.

A su izquierda, en un reciente viaje de compras, la maestra de escuela proveniente de Londres, de 26 años, veía bananas "normales"– cultivadas con pesticidas y fertilizantes químicos. A la derecha estaban las bananas orgánicas – envueltas en un plástico transparente. Drought estaba exasperada, indecisa entre el deseo de una alimentación natural y el compromiso de usar menos plástico.

“¿Cuál es la mejor opción? Es muy difícil ”, dice ella. “Sigo a muchas personas en Instagram que abogan por la reducción de plásticos y que publican estadísticas constantemente. Hace unos días estuve leyendo algo que decía que en el año 2050 habrá más plástico que peces en los océanos... Necesitamos detener lo que estamos haciendo".

Una avalancha de periodismo, activismo y relaciones públicas corporativas han hecho del plástico una prioridad para las personas alrededor del mundo.(1) En una encuesta en línea de Orb Media de 42,000 personas en 30 países, una cuarta parte dijo que estaba "extremadamente preocupada" por el impacto del plástico en nuestro mundo.

Pero una mayor conciencia también ha generado confusión acerca de las responsabilidades y opciones de las personas, y acerca del rol de los gobiernos y la industria en la reducción de la contaminación plástica. El veintiuno por ciento de los encuestados dijo que la respuesta a la contaminación plástica es un mayor reciclaje, y el diez por ciento favoreció la reducción del consumo, respuestas ampliamente alineadas con la opinión de los expertos. Pero miles más sugirieron eliminar todo el plástico, o usar materiales alternativos como el papel y el vidrio, que los estudios muestran podrían ser más perjudiciales para el medio ambiente que el plástico en sí.

"Hay una gran cantidad de estrés que se siente con este aumento de información", dice Norah MacKendrick, socióloga ambiental de la Universidad de Rutgers. "Los consumidores sienten que deben hacer todo por su propia cuenta".

Es sentido común que el mundo tiene un problema relacionado con plástico. El mes pasado,(2) el Diccionario Collins nombró "de un solo uso" como el término del año, señalando que el uso del término para el plástico desechable ha aumentado un 400 por ciento desde el año 2013.(3)

El plástico es claramente una crisis ambiental, con un estimado de ocho millones de toneladas letales para la vida animal que ingresan a los océanos cada año.(4)

"Hay una sensación asfixiante y abrumadora de que este problema no se puede controlar", dice Basil Pather, director de conservación en la reserva de manglares Beachwood en Durban, Sudáfrica, donde los voluntarios transportan entre una y cinco toneladas de vajillas y contenedores de plástico cada semana.

Menos prominentes en la narrativa plástica son las preguntas emergentes sobre la contaminación microscópica del plástico en los alimentos, el aire, el suelo y el agua, y la seguridad de los aditivos químicos en los envoltorios plásticos para alimentos– áreas en las que los científicos están trabajando a mil por hora para conocer las implicaciones para la salud humana.

Las propuestas para hacer que las marcas de consumo y los productores de plástico sean responsables del costo de los residuos plásticos lentamente están tomando forma. Al mismo tiempo, una revolución en el diseño de productos que haría que más artículos de plástico sean más fáciles de reciclar también se está formando. El envoltorio comprende el 40 por ciento de los más de 380 millones de toneladas de plástico que se producen en todo el mundo cada año.

Intenta pasar un día sin tocar plástico. El polímero sintético está integrado en la vida diaria, desde la ropa hasta los muebles, desde la atención médica hasta tu teléfono inteligente. Es parte integral de una cadena de suministro de alimentos globalizada.

"El plástico es un gran material para aplicaciones diarias dado que es una barrera contra el agua y el oxígeno, es liviano y ayuda a conservar los alimentos", dice Arturo Castillo, ecólogo industrial del Imperial College de Londres. "Así que tenemos muchos envoltorios de alimentos, y los necesitamos".

"El plástico no es un problema, desecharlos es el problema", dice B. Swaminathan, un veterano de la industria de los plásticos en Asia y África. "Le están disparando al mensajero".

El mensajero de Swaminathan está recibiendo una paliza.

Las jurisdicciones en todo el mundo, incluyendo la Unión Europea, están trabajando para restringir los artículos desechables como platos y pajitas. Al menos 33 países prohíben las bolsas de plástico,(5) pero el cumplimiento es irregular. Kenia tiene una de las prohibiciones más estrictas: cinco fabricantes y 70 distribuidores fueron procesados ​​allí en la primera mitad del año 2018.(6) Pero las bolsas desechables prohibidas han sido reemplazadas por bolsas más gruesas y aparentemente reutilizables de polipropileno – en otras palabras, más plástico. Estos aparecen ahora como basura de la calle, dice Abel Kamau, de la Asociación de Fabricantes de Kenia. Los funcionarios de Kenia son conscientes del problema y están desarrollando estándares para bolsas sostenibles, dice Cyrille-Lazare Siewe, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Las soluciones perfectas son esquivas; las soluciones simples son engañosas.

Tomemos el ejemplo de las bolsas de plástico compostables. El nombre sugiere jardines y abono. Pero el plástico compostable no puede degradarse en la naturaleza; este debe separarse de otros residuos y calentarse a 70 grados centígrados en una instalación industrial. Otros se refieren a los bioplásticos, hechos de plantas, como una respuesta, pero la mayoría de los bioplásticos son molecularmente similares a los plásticos hechos de petróleo, con los mismos peligros ambientales,(7) dicen los expertos.

El diez por ciento de los encuestados de Orb recomendaron usar recipientes de vidrio. Pero los estudios muestran que fabricar y mover botellas de vidrio consume casi cinco veces más energía que el plástico.(8)

Del mismo modo, el 73 por ciento de los estadounidenses encuestados por Gallup(9) cree que las bolsas de papel son más ecológicas que el plástico, una suposición natural. Sin embargo, los análisis de los ciclos de vida de ambos materiales muestran que la producción de bolsas de plástico causa significativamente menos contaminación del aire y del agua.(10)

"Nos encontramos en la era del plástico", dice el titán del plástico P. Marimuthu proveniente de la India, quien produce más de dos mil millones de tenedores, bandejas, tazas de yogur y botellas de champú cada año. “¿Cuál es la alternativa al plástico? Nadie da una respuesta a esto ".

Mientras tanto, el ímpetu está creciendo para obligar a los fabricantes a cambiar el diseño de productos y paquetes para facilitar la reutilización y el reciclaje. Hoy en día, la mayoría de los envoltorios contienen demasiados materiales diferentes para ser fácilmente reciclados– un desperdicio de residuos, explica Ben Johnson de Suez Waste and Recovery UK.

Muchos expertos dicen ahora que los productores de plástico o las marcas de consumo deberían pagar por la eliminación de sus envoltorios, en lugar de pasarle el costo a las comunidades. “Champú, jabón, cosméticos, comestibles, crema de afeitar, pasta de dientes. Estos productos se descartan, ¿cierto?” Pregunta Swaminathan. "Ahora, ¿de dónde vienen? Estos provienen de los propietarios de las marcas, de las empresas y corporaciones de gran tamaño”. Las organizaciones de la industria dicen que las nuevas reglas dificultarán la innovación.(11)

Bajo las reglas propuestas de "Responsabilidad Extendida del Productor " que están ganando terreno en Europa y en otros lugares, "si se tiene un material terrible que nunca se va a reciclar, se paga una tarifa más alta" por la eliminación, dice Johnson entre el ruido de los transportadores y máquinas de clasificación en una planta en Avonmouth, Inglaterra. Los productos con envoltorios difíciles "serían más caros fundamentalmente, y los buenos, los mejores serían más baratos" para los consumidores.

Aún así, está el factor humano.

La investigación realizada por Sarah Whitley de la Universidad Estatal de Oklahoma muestra cómo el estado de ánimo de una comunidad puede afectar las tasas de reciclaje. En la Universidad de Maryland en College Park, el peso promedio del reciclaje en el campus fue casi un 50 por ciento más alto después de una victoria en el baloncesto universitario que después de una pérdida o empate. Además, el análisis de Whitley de los datos municipales encontró que la masa total de reciclaje doméstico recolectada en el distrito de Kensington en Londres cayó durante los días de lluvia en un kilogramo por cada milímetro de precipitación.

Con tal complejidad, es natural buscar "una solución perfecta para esas islas flotantes de plástico en el mar", dice Dominique Broussard, quien investiga ciencias, medios y políticas en la Universidad de Wisconsin.

Por ahora, se pasan por alto los problemas que no se pueden mitigar con el reciclaje ni se pueden resolver con una bolsa de telas reusables.

Uno de estos problemas son los microplásticos. Desde que Orb Media informó por primera vez sobre la contaminación microscópica del plástico en el agua embotellada en marzo pasado, nuevos estudios han encontrado estos contaminantes en el agua mineral alemana,(12) el agua del grifo sudafricana(13) y los refrescos italianos.(14) Nadie sabe si consumir microplástico es dañino o no. Es un área de investigación emergente, una que la Organización Mundial de la Salud está trabajando para evaluar.

El microplástico es también un importante contaminante ambiental. Un estudio realizado en el año 2017(15) reveló que una carga de máquina de poliéster de cinco kilogramos puede liberar hasta seis millones de fibras microplásticas en aguas residuales. "Tenemos que encontrar soluciones de diseño al comienzo de su vida para reducir la cantidad de derrames", dice Emma Priestland, de la organización Amigos de la Tierra (Friends of Earth en inglés).

Incluso en un futuro en el que el diseño mejorado del producto y las nuevas regulaciones reduzcan el desperdicio de plástico, las preguntas acerca de la seguridad de los productos químicos en el envoltorio de alimentos aún deberán ser atendidas. Los investigadores han encontrado docenas de productos químicos peligrosos que están aprobados para su uso en plástico.

Por ejemplo, seis productos químicos que la Unión Europea ha declarado demasiado tóxicos para su uso en juguetes de plástico(16)están permitidos para el envoltorio de alimentos,(17) según un estudio reciente.

Entonces, ¿qué es lo que la compradora londinense Bryony Drought, o cualquiera de nosotros, debe hacer?

Los cambios reales solo se producirán a través de la acción del gobierno, dice MacKendrick, autor de "Más vale prevenir que lamentar: cómo los consumidores navegan entre la exposición a los tóxicos cotidianos".

"Toma la mejor decisión que creas posible, pero deja de sentirte culpable", dice MacKendrick. "Dirige esa sensación de frustración [y] ansiedad ... a las organizaciones e instituciones que son responsables de tomar las decisiones sobre lo que termina en nuestros supermercados para empezar".